EL CALIENTA-POTO
Son las 7.45 de la mañana, y nosotros salimos a nuestra rutina diaria, a los estudios y el trabajo. Pero resulta que simplemente hace un poquito más de frío, y para salir tenemos que arropar a los niños inmisericordemente, pienso yo. Cada uno tiene un pantalón interior delgado de lana por dentro del pantalón gruesito que les hemos puesto, y lleva camisa interior de lana, camiseta, saco y chompa gruesa con capucha, guantes y medias de lana, dentro de las botas de invierno, de las térmicas.

En los 25 minutos que dura el viaje, siento de repente, una alegría "a posteriori". Es una alegría de esas que me calientan las partes posteriores, por eso le llamo así...

Resulta que nuestro carrito tiene un oportuno aditamento para paliar estas crudas temperaturas, es el fabuloso CALIENTA-POTO. Encendido, a los 5 minutos, uno siente un calorcito firme y reparador, alrededor del cóxis, que hace que uno relaje el cuerpo contraído por el frío, porque deben saber que la calefacción normal del auto sirve, pero no es suficiente.
Entonces uno se alivia, y empieza a apreciar la naturaleza exterior, y a comentar del paisaje.
Sentado así, uno prefiere no salir del carro a dejar los niños cuando hemos llegado al jardín de infantes, y dejar de nuevo estas partes vulnerables al frío y el viento inclementes.

...Y no sabes lo que es esto en invierno, me dice Anne Lise, la sádica.

Porque acá es solamente otoño y ya ha caído nieve, ya bajamos de cero. Y en invierno real, las temperaturas van de -5 a -15 Centigrados. Dios me ayude.