Bueno, mal haría al no contarles también las cosas difíciles. Creo que daríamos una imagen parcial e idílica y/o romanticona. Asi que la lista es la siguiente: Las enfermedades nuevas, las tensiones culturales y las limitaciones económicas; las novatadas de Santi, las multiples responsabilidades de Anne Lise y las novatadas de Santi, reitero; las burocracias noruegas, las comunicacones noruegas y los precios noruegos.
A qué me refiero?
Bueno, como ilustra la grafica, acá en Noruega hay otros bichos interesantes. Un virus bandido vino y nos contagio a TODA la familia de esta conjuntivitis particular. Para muestra un botón. Esta infección se caracterizó por caernos como un visitante nocturno. A la mañana que me desperté inenté en vano abrir el ojo derecho. Estaba completamente pegado con una lagaña amarilla de la que no abundo en mas comentarios. La burocracia medica noruega puso su aporte, pues no nos querian dar medicinas hasta que no tengamos un diagnóstico, y para el diagnóstico teníamos que esperar días. Días de comezón en los ojos de Annika, de Martin, de Anne Lise y de los míos. Como los míos eran los de peor aspecto, pues puse cara de desamparado y chapurreando un noruego incipiente como el que tenía, entré a la emergencia a palanquearle a la enfermera que me dé el codiciado colirio... y resultó. A los dos días de amorosos cuidados ya nos sentíamos mejor.
En esas notalgias por la automedicación tan cotidiana en Ecuador, me entró una gana de ir a la Fybeca más cercana y al dependiente parado en la caja, que no es ni laboratorista ni enfermero ni tecnólogo médico siquiera, decirle: Oiga, qué me recomienda para esta conjuntivitis?

ODA A FARCOMED
Fybeca, oh Fybeca, eres parte de mi vida
que ni Medicity ni farmacias Navarrete
te alejen nunca jamás de mí.
Siempre en tí encuentro, cuando quiera,
pañales, juguetes y colirios
y sin receta, faltaba más, de tí consigo
medicamentos no prescribidos.
No me importa que no tenga
la VITALCARD GOLD que anhelo,
pues de todos modos me ayudas
y alivianas toditos mis apuros.
Leche en cartón, calcomanías,
chocolates, adornos y cosmeticos
salen al paso de cualquier cumpleaños
por tarde que me acuerde de buscarlos.

Qué les cuesta, ejecutivos de Fybeca,
abrirse sucursal en Noruega?
Yo les daría apoyo espiritual y capellanía
a toditos los noruegos apurados.


No se pierda el siguiente fascículo de la historia: Los piojos noruegos...