Jojola!!

No sé si este será nuestro último reporte de actividades invernales. El clima felizmente está calentando ya, y hemos llegado a la tropical temperatura de ocho grados centígrados.

Pero este reporte es bionito y pertinente.
Aquí, como se muestra en la gráfica, pueden ver a Martín gritando y deslizándose con su abuelito noruego, en trineo por la cuesta de la granja de los Haugland

Me alegra sobremanera publicar fotos como estas, porque reflejan uno de los objetivos que tuve yo mismo para nuestro viaje a Noruega: El tiempo de Martin y su abuelito Kristen. Así que aquí los ven a los dos, gritando y deslizandose en el trineo, en la bajada de la cuesta de la granja de los Haugland. No sé cuántas fotos de estas necesito tomar yo mismo, porque son muy simbólicas; para mí cada momento bonito que Martín pase con su abuelito noruego representa un minuto que hubiera querido que disfrute con mi papá, su abuelito ecuatoriano. Eso no fue posible, pero me llena poder darles un tiempo juntos, una oportunidad para que desarrollen una relación bonita. Para eso también vinimos.
Queremos llenar ese vacio de la familia con el que nuestros niños ha crecido hasta ahora. Estamos equilibrando la balanza para darles tiempo con la familia noruega tanto como los primeros 4 años tuvieron con la familia ecuatoriana.

Ya me puse sentimental.